La fundadora de nuestra empresa, Valeria, mostró desde temprana edad una pasión inigualable por el tejido y la moda. Sin acceso a educación formal en diseño textil ni mentores que la guiaran, se autoeducó con determinación y curiosidad. A los 15 años, comenzó a trabajar con fibra de alpaca, aprendiendo por su cuenta a manejar las máquinas manuales y semiindustriales. Inspirada por los catálogos y con una mente abierta a experimentar, desarrolló sus habilidades observando y replicando las técnicas que veía.

Con el tiempo, su destreza y su amor por el tejido la llevaron a perfeccionar su arte. No solo tejía, sino que también entendía la fibra de alpaca, reconociendo su suavidad, durabilidad y el lujo que ofrecía. Su pasión la impulsó a crear diseños únicos que reflejaban tanto su creatividad como la tradición de los materiales que utilizaba.

Años después, con una visión clara y una dedicación inquebrantable, fundó su propia empresa bajo su propia marca. Sin embargo, su camino no estuvo exento de desafíos. La implementación de tecnología en la producción de sus prendas fue una tarea ardua y compleja. A pesar de las dificultades, logró integrar estas innovaciones, mejorando la eficiencia y calidad de sus productos. Hoy, la combinación de técnicas tradicionales y tecnología avanzada permite que cada prenda que lleva su marca sea un testimonio de su viaje, de su capacidad para aprender por sí misma y de su amor profundo por lo que hace.

La fundadora sigue aprendiendo y adaptándose, consciente de que la moda es un campo en constante evolución. Su deseo de innovar y mejorar es tan fuerte como el primer día que decidió seguir su pasión por el tejido. Además, siempre ha estado agradecida con las personas que la apoyan en cada etapa del proceso: el acabado, planchado, lavado y tejido. Cada una de ellas es una madre luchadora, artesana y empoderada, cuya contribución es fundamental para la calidad y belleza de nuestros productos.

Nuestro objetivo es que nuestro arte llegue a muchas personas en todo el mundo, para que se abriguen con nuestros sueños y sientan el calor de nuestra dedicación. Seguimos tejiendo muchos más sueños, con la esperanza de que nuestras creaciones sean una fuente de orgullo y sustento para nuestra comunidad.